Investigaciones

 UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA



LA TEORÍA DEL CAOS COMO UNA META-TEORÍA:

DISCUSIÓN DE LAS PERCEPCIONES Y LAS CONSECUENCIAS.



PONENCIA PRESENTADA EN EL MARCO DE LAS VIII JORNADAS DE INVESTIGACIÓN DE LA ESCUELA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES “AGENDAS, ACTORES Y ESCENARIOS EN EL CONTEXTO MUNDIAL”



Autora: Prof. Díaz Naranjo, María del Carmen


Ciudad Universitaria, Diciembre de 2010


INDICE GENERAL

Página

RESUMEN

INTRODUCCION

JUSTIFICACIÓN

OBJETIVO

I. Teoría del caos en las Ciencias Sociales

II. Patrones en los Sistemas Complejos

III. Caos y los fenómenos de tipo social

IV. Caos y Globalización

IV. 1. La Globalización y la Seguridad Internacional

IV. 2. Globalización ¿ Caos Económico?

IV. 3. Globalización ¿ Caos Cultural?

V. Un Mundo de Turbulencias

V. 1. El Desorden Mundial

VI. La Complejidad en las Relaciones Internacionales

VI. 1. Concentración del Poder, peligro de la Paz Mundial

VI. 2. Las Relaciones Internacionales en un Sistema Dinámico

VII. Panorama General

CONCLUSIONES

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

LA TEORÍA DEL CAOS COMO UNA META-TEORÍA :


DISCUSIÓN DE LAS PERCEPCIONES Y LAS CONSECUENCIAS.

“La posición estratégica más fuerte es la información, es una posición que los enemigos no pueden abarcar porque está en todas partes y en ninguna.”.
Sun Tzu. El arte de la guerra
Resumen

Durante el siglo XX, el paradigma científico positivista, reduccionista y mecanicista de cuño cartesiano–newtoniano tuvo significativas revisiones que cambiaron nuestra percepción de la realidad e implicaron una transformación profunda de los modelos mentales con los que analizamos y operamos los sistemas vivos . Sin embargo, si bien este “nuevo paradigma científico” ha tenido una fuerte y amplia recepción en las tradicionalmente denominadas “ciencias sociales” ha sido menos intensa aunque ha despertado macrovisiones particularmente interesantes . También en Inglaterra y los Estados Unidos esta nueva vertiente científica se ha abierto paso con firmeza, aunque no sin dificultades y estigmas.

Los nuevos paradigmas científicos relacionados con la Teoría de Caos y la Complejidad nos llevan a reexaminar muchas de las suposiciones básicas sobre las que asentamos nuestro entendimiento de las relaciones internacionales y principalmente algunos conceptos críticos tradicionales de la actividad política como son el control y el poder. Una mirada de los problemas tradicionales desde una nueva perspectiva paradigmática, puede permitir una mejor aproximación a los fenómenos políticos y principalmente una mejor capacidad de operar sobre la realidad.

En el presente trabajo pretendemos tan sólo mencionar los aspectos centrales del paradigma auto organizativo y sus principales componentes teóricos, además de la progresiva síntesis en la geopolítica en marcha con la teoría del caos y de redes, como así también en los aspectos centrales de la relación del sistema político con su entorno social.

Palabras clave: Teoría del Caos, estrategia, complejidad, sistema complejo dinámico no lineal determinista, Sistemas, geopolítica.

INTRODUCCIÓN
Las teorías son la base de cualquier análisis científico no sólo en las Relaciones Internacionales, sino en cualquier ciencia, sin embargo, las diversas ramas del conocimiento no se valen de los mismos marcos teóricos, ya que cada una estudia una parcela distinta de la realidad y siempre desde una perspectiva diferente. En el estudio de las Relaciones Internacionales dos han sido los paradigmas centrales: el realismo y el idealismo, teorías que han sido el centro de los debates teóricos, y si bien se mantienen como los dos modelos dominantes, no son los únicos, y es aquí donde podemos introducir la Teoría del Caos como sistema de interpretación alternativo, que no intenta suplir al resto de las teorías, sino complementarlas.

Aunque el nombre científico de la Teoría del Caos es Teoría de los Sistemas Dinámicos No Lineales o Teoría de las estructuras disipativas, es muy probable que la importancia que ha adquirido en los últimos años se deba a la propia palabra caos, pues tiene un significado común para el hablante, que despierta su interés. Sin embargo, el nombre también puede ser la causa por la que mucha gente se confunda en cuanto al sentido de la Teoría del Caos.

Las antiguas civilizaciones creían que las fuerzas del caos y el orden estaban en constante confrontación, lo que provocaba que el mundo estuviera en una tensión inestable, que lo llevara del caos al orden y viceversa, como un ciclo dinámico. Las cosmologías de todas las culturas imaginaban un estado primordial donde prevalecía el caos, del cual surgían los seres y las cosas. Sin embargo, dicha teoría se basa en el concepto de caos, no como ausencia de orden, o como el término desorden sugiere, sino como un orden de características impredecibles, pero descriptible.

La Teoría del Caos, tiene sus orígenes en la década de 1960, con el meteorólogo Edward Lorenz, que la utiliza para crear un sistema de predicción del clima, sin embargo, el concepto fue pronto llevado a otras ciencias, como la economía, las matemáticas, la biología, la física, etcétera. Se encuentra entre los modelos hipotético-deductivos más jóvenes, que se ha convertido, en uno de los campos de investigación más fascinantes que existen en la actualidad. Este marco teórico está muy ligada a la Teoría de los Sistemas de Von Bertalanffy, ya que describe el objeto de análisis como un todo integrado y articulado, de forma que cada una de sus partes, o subsistemas se interrelacionan entre ellos de forma directa.

Una característica del caos es su dependencia sensible a las condiciones iniciales, es decir, que partiendo de dos estados iniciales muy similares un sistema caótico puede desarrollarse de maneras radicalmente diferentes. A menudo se alude a esta dependencia sensible llamándola “efecto mariposa”, esto es el estudio de fenómenos que pueden parecer fortuitos (al azar), pero que de hecho tienen un elemento de regularidad, el estado inicial de dichos eventos se muestra al observador como no-relacionados, pero eventualmente emerge un patrón, y al final todas las piezas encajan.

Si bien, la Teoría del Caos es útil para explicar los fenómenos internacionales independientemente de la época en la que se hayan desarrollado, resulta interesante remarcar la importancia que adquiere en periodos de transición, donde, como diría Gramsci, lo viejo no acaba de morir mientras lo nuevo no acaba de nacer, es decir, el viejo orden internacional, entendiendo orden como un conjunto de características geopolíticas y económicas mundiales reveladoras de una situación de equilibrio de poder en un momento dado de la historia, y que se basa en un régimen internacional, el cual es un conjunto de reglas según las cuales se organizan los actores y dirimen sus problemas, aún no desaparece, pero se desdibuja gradualmente para dar paso a uno nuevo, creando un periodo de caos o reacomodo de fuerzas.

Según Luis Dallanegra (2001), la historia moderna del mundo puede dividirse en dos grande periodos sistémicos, uno que va de 1815 a 1914, y otro de 1945 a 1991, sin embargo, aquí hay dos vacíos, considerados periodos de transición intersistémicos, el primero de 1914 a 1945, y el segundo de 1991 a la actualidad, que comienza con el fin de la Guerra Fría, y en el cual existe un mayor caos ante el cambio en la correlación de fuerzas, lo que revaloriza los postulados de la Teoría del Caos. Es tras el fin de la Guerra Fría, definida como el conflicto entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, que mantuvo al mundo al borde de un enfrentamiento bélico, en 1991, que el panorama internacional se vio en la necesidad de reconfigurarse, proceso que aún está en marcha, debido a que la disolución de la URSS trajo consigo un cambio en el orden internacional, acompañado de las fragmentaciones de Estados como el caso de Yugoslavia y la propia URSS, reunificaciones como la alemana, y el nacimiento de nuevos Estados, así como la reivindicación de los pueblos que reclamaban su independencia. Sin embargo, los cambios no han sido sólo estatales, sino que también han surgido actores de otros tipos, como las empresas trasnacionales, las organizaciones internacionales, las organizaciones no gubernamentales, y la sociedad civil internacional reflejada, en buena medida, en la opinión pública internacional que han contribuido a provocar transformaciones en las teorías de las Relaciones Internacionales, que si bien no se ha vuelto obsoletas, han sido obligadas a redefinirse sobre esa base, con el fin de otorgar una visión más cercana a la realidad y problemas de la actualidad.

Los cambios en el sistema internacional no han sido únicamente cuantitativos, sino también cualitativos, ejemplificado en la transformación de los conflictos, los cuales son en su mayoría internos, más como “guerras intestinas” que como enfrentamientos bélicos entre Estados, en el que las capacidades de los gobiernos se ven limitadas, y por lo tanto, se ven forzados a negociar con otros Estados y con actores no gubernamentales. Igualmente emergen problemas que antiguamente no obstaculizaban el desarrollo de los países, pero que ahora, ante su creciente poder provocan el debilitamiento de los Estados, como es el caso del narcotráfico, el tráfico de personas, el crimen organizado y las guerrillas.

Ante este desolador contexto, el anunciado “fin de la historia” de Fukuyama, no parece haber llegado, sino que al contrario, la realidad nos muestra que hay un proceso de aceleración de la misma y de completa transformación, lo que explica el hecho de que no haya un orden internacional definido y claramente acotado, como consecuencia del agotamiento del viejo orden y de la urgente necesidad de una renovación al actual régimen internacional, que tiende a darle primacía a los factores relativos a la agenda de seguridad, y a la adecuación de la estructura económica con el objetivo de lograr el desarrollo de la globalización, la libre circulación de mercancías y el fin de las fronteras comerciales y financieras.

Esta coyuntura subraya la necesidad de reinterpretar la realidad con base en nuevos esquemas de análisis, que nos permitan comprender los procesos y la interrelación de los actores, tanto estatales como no estatales, en el marco de un caos internacional, en el que a simple vista sólo existe el desorden.

JUSTIFICACIÓN

Conocer más sobre los debates teóricos que se están desarrollando en las ciencias contemporáneas, y enfatizar la importancia de la interdisciplinariedad de los diversos campos del conocimiento, que en su búsqueda de respuestas a los problemas que se plantean, a través de la inevitable conexión a otras disciplinas.

OBJETIVO

Introducir la Teoría del Caos al estudio de las Relaciones Internacionales como un método alternativo de estudio que nos permita entender la realidad desde una perspectiva totalmente diferente, tomando como base la interdependencia de los agentes internacionales y la relación causa-efecto, incorporando conceptos usados en otras ciencias para describir el entorno, y poder contribuir a su transformación.


I. TEORÍA DEL CAOS EN LAS CIENCIAS SOCIALES

La palabra CAOS en ciencia no hace referencia a algo desordenado o azaroso, sino a un tipo de conducta y procesos que verifican los sistemas no lineales, que se conducen de manera extraña e impredecible. En un sistema caótico, un simple conjunto de condiciones iniciales puede dar lugar a muy complicados e impredecibles consecuencias. Los sistemas caóticos son sistemas complejos, que se conducen de maneras extrañas e impredecibles. En general podemos definir un sistema complejo como uno que presenta las siguientes características:

• Indefinido número de elementos y componentes

• Relaciones no lineales y asimétricas entre esos elementos

• Procesos de retroalimentación entre los componentes del sistema

• Conducta que puede aparecer azarosa o desordenada pero que responde a patrones subyacentes

• Conducta impredecible, dentro de umbrales de cierta estabilidad

• Sensibilidad al entorno, respuesta, adaptación y co-evolución

En definitiva, un sistema se encuentra en estado caótico cuando hay un orden particular estructurado en el modo en que éste cambia como un todo, pero la conducta futura de sus componentes individuales es completamente impredecible. El caos es un fenómeno natural y como tal, no es ni bueno ni malo. En otras palabras, no hay orden absoluto, ni caos absoluto.


II. PATRONES EN LOS SISTEMAS COMPLEJOS

Los estudios e investigaciones sobre sistemas adaptativos complejos han permitido producir una sistematización de algunos de sus patrones de funcionamiento que facilita el análisis de los procesos de la vida en sus diferentes niveles, desde los más elementales, de tipo biofísico a los más complejos relacionados con los sistemas simbólicos, ideológicos y culturales, dentro de cuyas pautas operan los sistemas políticos. Sin pretensión de agotar su enumeración, y advirtiendo que operan en forma interrelacionada no pudiendo entenderse unos separados de los otros, mencionamos algunos:

a. NO LINEALIDAD: En el campo de las matemáticas tradicionales, el conocimiento de una variable y su utilización correcta permite determinar el valor de otra variable, estando ambas relacionadas de manera lineal. Sin embargo, en los sistemas adaptativos complejos los procesos están sometidos a un número significativo de variables que interactúan de manera asimétrica, operando efectos de tipo no lineal, según Morel y Ramanujam (1999): 1) un sistema complejo debe contener un gran número de partes que interactúan, que hace que el comportamiento del sistema sea difícil de predecir, debido a la no linealidad de la realimentación, y 2) un gran número de componentes que interactúan en forma no lineal da lugar a las propiedades emergentes del sistema, que se manifiestan en forma de lo observable y empíricamente verificable en patrones de conductas. La teoría del caos, según Kellert (1993), se refiere al estudio de la dinámica del sistema no lineal y puede definirse como el estudio cualitativo del comportamiento aperiódico inestable en sistemas dinámicos deterministas no lineales.

b. IMPREDICTIBILIDAD: Considerando la compleja interdependencia de elementos, factores e interacciones en un sistema complejo, que evoluciona en forma caótica, su exacto estado en cada momento del futuro es desconocido e impredecible. La ciencia puede ponderar o considerar un infinito número de futuros posibles, pero un solo estado futuro de un sistema es impredecible.

c. INTERDEPENDENCIA: Los componentes individuales de un sistema se influencian recíprocamente y se relacionan unos con otros, condicionando mutuamente sus conductas y reacciones. La interdependencia afecta el tiempo necesario para que la información se propague de una parte a otra del sistema ya que si la misma es baja el tiempo será mayor.

d. CONDUCTA EMERGENTE: La conducta individual de cada uno de los elementos del sistema al operar en conjunto y en forma interdependiente generan la emergencia de la conducta del sistema como un todo. Pero la conducta del sistema como conjunto es distinta a la de sus componentes individuales. El todo es más o menos, la suma de las partes. Por ejemplo, partidos políticos con fuerte apoyo popular pueden perder una parte significativa al unirse con otros y, al revés, partidos de escasa representación puede generar importantes resultados electorales.

e. LÍMITES: Una parte del sistema es distinta a la otra y hay un área de distinción a través de la cual se producen los intercambios de materia, energía e información entre los subsistemas de un sistema o entre distintos sistemas. Esta área de distinción se llama “límite” y surge del mismo sistema en su proceso de diferenciación. Límites son las jerarquías, las diferencias de funciones, las separaciones geográficas, y también las diferencias culturales, entre otros.

f. BUCLES DE RETROALIMENTACIÓN: Los sistemas complejos interactúan entre sí a través de un intercambio permanente de flujos de energía, materia e información que los van transformando. Estos procesos activan ciclos o bucles de retroalimentación entre los sistemas (y dentro de ellos entre sus distintos subsistemas) que tienen en general la función de mantener la homeostasis compensada con el entorno (no equilibrada). Estos procesos de retroalimentación se verifican a través de los inputs que los sistemas ingresan y los outputs que egresan al entorno. Los sistemas que carecen de capacidad de retroalimentación y de compensación homeostática están sometidos a colapsamientos periódicos. Los procesos de retroalimentación se distinguen en “positivos” o “amplificadores” o “incrementadores” cuando los mismos tienden a ampliar o reforzar los outputs del sistema y “negativos”, “compensadores” o “equilibradores” cuando tienen a reducir o compensar los outputs del sistema.

g. AUTOORGANIZACIÓN: Cuando un sistema abierto está recibiendo y manteniendo intensos intercambios con el entorno, puede volverse altamente desorganizado y opera siempre alejado del equilibrio. En algún punto, el sistema se reorganiza a sí mismo en una nueva estructura, que tendrá generalmente un mayor nivel de complejidad. Esta nueva estructura aparece como una consecuencia de la conducta emergente de todo el sistema. Un sistema político que recibe fuertes cargas de demandas y presiones de su entorno puede entrar en períodos caóticos y luego reorganizarse en una nueva estructura. La idea de auto organización de los sistemas adaptativos complejos pone en fuerte entredicho las nociones tradicionales de “control externo” y “regulación jerárquica de procesos” (Stacey, 1992; Goldstein, 1994) como así también cualquier posible referencia al “equilibrio” que es un término que bien podría ser descartado de las ciencias sociales y reemplazado por la expresión “compensado homeostáticamente”.

h. EFECTO MARIPOSA (EXTREMA SENSITIVIDAD A LAS CONDICIONES INICIALES): En un sistema complejo, una pequeña o ínfima causa en las condiciones iniciales de un proceso puede generar tremendos efectos en el estado del sistema en un tiempo posterior. Esta extrema sensibilidad a las condiciones iniciales es llamada metafóricamente “efecto mariposa” por aquello de que si una mariposa mueve sus alas en el sudeste asiático puede disparar una cadena de procesos que puede finalizar con un tifón o un huracán en la Florida. En política, los efectos mariposa son abundantes. A veces, la renuncia de un funcionario puede acarrear el abandono de toda una política sostenida durante mucho tiempo y su cambio por otra totalmente distinta. Una pequeña desinteligencia entre dos personas puede terminar en la división de un partido político. Un pequeño cambio en el sistema electoral puede implicar la aparición o desaparición de partidos o liderazgos trascendentes.

i. SIMULACIÓN: Ante la complejidad de los sistemas caóticos se torna imposible la experimentación con ellos en la realidad. Por eso, y para evitar los efectos no deseados del método de “ensayo y error” la ciencia ha desarrollado herramientas de simulación de sistemas complejos que reproducen las condiciones naturales de operación de los mismos y permiten advertir su evolución en el tiempo a partir de una serie de coordenadas iniciales.

j. ATRACTORES: Un atractor representa la tendencia dinámica del sistema. Un atractor “puntual” describe un punto del sistema representable en un estado único (por ejemplo, un péndulo termina deteniéndose en un punto determinado). Un atractor periódico describe el hecho de que el sistema se mueve de un valor a otro a intervalos regulares. Un atractor extraño describe la tendencia de un sistema a describir una conducta que si bien opera sobre parámetros recurrentes o similares nunca se reproduce exactamente igual. Este es el tipo de atractores que caracteriza a los sistemas adaptativos complejos.

k. PATRONES DE FUNCIONAMIENTO: Los atractores –sean puntuales, cíclicos o caóticos– se convierten en patrones de funcionamiento de los sistemas vivos, que hacen que los mismos vayan generando cauces de operación de carácter recurrente y más o menos regular. Ocasionalmente aparecen nuevos atractores que, si el medio lo permite, se convierten en patrones de funcionamiento. Por ejemplo, la forma en que los poderes ejecutivos apelan al dictado de decretos de necesidad y urgencia configura un patrón de funcionamiento del sistema político que si bien es de reciente aparición –se generaliza a partir de los 90´s– tiene un fuerte aval cultural en los decisores. Los procesos de clientelización del electorado tienen también esta lógica.

l. AUTOPOIESIS : La autopoiesis está basada en la forma en que los sistemas vivos se relacionan con los dominios en los que operan. La extensión del concepto de autopoiesis a los procesos sociales en general, ha sido materia de debate aún entre sus originarios creadores, pero la estructura autopoiética de los sistemas adaptativos complejos es hoy una posición genéricamente aceptada. En las organizaciones, la autopoiesis mantiene la organización como un todo a pesar de los cambios de todo tipo que se van dando en la misma en el tiempo. Los sistemas autopoiéticos son unidades autosustentables, abiertos a los intercambios con el entorno. En los sistemas autopoiéticos los insumos del entorno disparan cambios de estado que el propio sistema autopoiético tiene predefinidos, y esto en un marco de impredictibilidad. Maturana y Varela (1974), distinguen los sistemas autopoiéticos de los alopoiéticos que son aquellos sistemas que dependen para su operación de un control externo y que por lo tanto dependen de insumos externos para su mantenimiento y alimentación. Estos sistemas no aprenden, porque son mecánicos. En cambio, los sistemas autopoiéticos aprenden y se adaptan con flexibilidad al entorno.

m. ACOPLAMIENTO ESTRUCTURAL: Un sistema vivo mantiene una historia de perturbaciones con el entorno, que disparan dinámicamente sus propios estados posibles que operan a la manera de una respuesta que permite mantener al sistema acoplado estructuralmente con ese entorno, manteniendo su homeostasis. Pero el sistema no solo “responde” reactivamente a los inputs del entorno, sino que además genera o produce modificaciones del entorno a partir de las cuales puede lidiar más eficazmente con él. Es decir, reacciona y al mismo tiempo acciona, generando el proceso de coevolución.

n. COEVOLUCIÓN: El proceso de coevolución se relaciona críticamente con la forma en que un sistema interactúa con su entorno en un proceso de mutua y permanente transformación recíproca. Desde ya que un entorno no es sino un infinito conjunto de sistemas y subsistemas, ya que la distinción entre sistema y entorno es co-construida por el observador y no puede ser objetivamente predeterminada.


III. CAOS Y LOS FENÓMENOS DE TIPO SOCIAL

Desórdenes sociales, turbulencias políticas, terrorismo, caos financiero, la sociedad entera sumergiéndose en una situación caótica, son expresiones utilizadas de manera cada vez más recurrente por analistas internacionales para intentar explicar el acontecer de una sociedad enfrentada a una crisis profunda que se reproduce en todos los niveles y espacios del escenario político, económico, social y cultural del país. Una sociedad desordenada que, sin embargo, muestra algunos intentos por arribar a un nuevo orden surgido de la misma condición caótica en la que se encuentra.

Ahora bien, ¿Cómo desde la perspectiva de una teoría matemática podemos explicar los fenómenos sociales y políticos que hoy nos preocupan?, ¿Es posible, mediante la teoría del caos predecir fenómenos tan complejos como los relacionados con las ciencias sociales? Para dar respuesta a estas interrogantes, hay que tener en cuenta que durante muchos años predominó en el pensamiento científico y filosófico la noción de la existencia de un orden universal que rige el destino de todo lo que ha sido, es y será, idea que era considerada el pilar fundamental de la racionalidad humana. Frente a esta concepción, en donde lo fundamental es el orden, el equilibrio, tanto en la naturaleza, procesos y cosas que conforman al universo, como en el esfuerzo humano por conocerlo y comprenderlo; ha surgido un nuevo pensamiento que afirma que la existencia del caos no es una transgresión, una ruptura circunstancial, sino que forma parte constitutiva de la naturaleza, de la sociedad, del universo todo. El avance de la ciencia y la tecnología ensanchó el horizonte investigativo y lo que antes era potencia teórica va transformándose en realidad. Ello se debe, al desarrollo de la computación, la cual permite resolver sistemas de ecuaciones diferenciales con relativa facilidad, mediante algoritmos computacionales y plasmar gráficamente formas espaciales que eran desconocidas. Aquí se encuentra una rama nueva del álgebra, la fractal .



IV. ¿CAOS O GLOBALIZACIÓN?

La Globalización es un proceso histórico que ha resultado de la innovación humana y el progreso tecnológico. Se refiere a la extensión de los mercados por sobre las barreras fronterizas de cada país. Además es un proceso de alta integración de las economías alrededor del mundo particularmente a través del comercio y los flujos financieros.

IV. 1 La Globalización y la Seguridad Internacional

En la última década, el mundo se ha transformado en un fenómeno de estudio cada vez más imprevisible y más violento, especialmente luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, ningún país es seguro, nadie está a salvo, ahora bien, ¿cuáles fueron las situaciones iníciales que dieron origen a estos acontecimientos?, las causas fueron la pérdida de control de los Estados, el constante aumento de las víctimas civiles en los conflictos armados y la proliferación de armas de destrucción masiva.

Además se nos ha mostrado como Asia se ha transformado en la región más preocupante debido a las numerosas rivalidades entre naciones vecinas dotadas de armas nucleares. Entonces se nos presenta la incertidumbre de cuál será el desenlace final en dicha región, cuestión que además mantienen a la defensiva a las grandes potencias, principalmente porque ellas no aprovecharon los primeros años posteriores a la guerra fría para construir un nuevo orden internacional. Concentradas en sus problemas internos, nunca se colocaron de acuerdo en la elaboración de una política de seguridad colectiva.

La globalización ha posibilitado la conexión entre distintos lugares del planeta, pero también ha restringido la capacidad de regulación de los Estados. Ahora esparcir armas es tan sencillo como diseminar información. La otra cara de la globalización es la aparición de formas inéditas de terrorismo ligadas al mundo musulmán. Son organizaciones con estructuras, métodos y blancos novedosos. Sus estrategias buscan únicamente la destrucción. El 11 de septiembre no sólo simboliza la violencia y el desorden de estos tiempos, también indica el nacimiento de esta "política del caos".

IV. 2. Globalización ¿Caos Económico?

El fenómeno de la Globalización supone profundos cambios que están afectando a principios científicos que reclaman nuevos modelos, métodos y estrategias de gestión de la economía y de las finanzas. La gestión convencional acusa una falta de ajuste con las realidades y valores emergentes de la nueva economía global. Las tensiones, inestabilidad y turbulencias que caracterizan los sistemas reales, han generado una crisis de credibilidad sobre la predicción y el control de esas realidades que obliga a introducir nuevos modelos de pensamiento científico. La teoría del caos, basada en principios de globalidad, de “no equilibrio” y de inestabilidad interna, proporciona modelos y técnicas para su estudio.

La nueva economía, se sitúa en entornos abiertos de ámbito mundial donde se generan procesos complejos como el Globalismo y la Globalización que plantean problemas de gestión y control. La mundialización aparece en un sentido espacial, como “aldea global”, espacio mundial que ha devenido en “entorno de entornos” de todos los sistemas. Como “entorno de entornos”, la mundialización, la globalidad, significa el fin de los espacios cerrados y la vigencia de un nuevo espacio y de una nueva sociedad mundial, es decir, pluralidad sin unidad. Es en este nuevo ámbito donde surgen los nuevos fenómenos culturales, sociales, políticos, económicos y científicos que dan lugar a procesos más o menos complejos. En esta nueva realidad, al quedar el intercambio de monedas regulado por normativas nacionales se ha generado un mercado continuo con un elevado grado de concentración y potentes operadores, capaces de doblegar la voluntad de los bancos centrales. Así al integrar en los mercados financieros, economías locales con distinto grado de flexibilidad y disciplina económica, estamos ante un sistema de no equilibrio que permite anticipar un clima de inestabilidad. En esta situación, el deseable mantenimiento de tipos de cambio estables, nos sitúa en una economía de no equilibrio, sometida a correlaciones macroscópicas, y, por tanto, expuesta al efecto mariposa.

En lo global, los mercados no tienen límites geográficos. Es destacable la gestión financiera en la que la reflexividad en los mercados financieros hace que el futuro que intentan prever los decisores dependa de sus propias decisiones. Este aspecto es uno de los factores sugestivos de la llamada gestión del caos, teoría que permite anticipar climas de inestabilidad que nos indican los límites de predicción. La información que sirve de base para esa predicción, al estar contaminada por las decisiones de los actores, se convierte en una variable endógena, de forma, que el propio gestor crea el futuro, a diferencia del gestor financiero convencional que intenta predecirlo mediante una información exógena. Así mismo, la actuación de las autoridades monetarias, fundamentadas en estrategias de la economía del equilibrio y con la información exógena desfasada, contribuye a esa inestabilidad y al alejamiento del equilibrio favorable al escenario que en la teoría del caos se denomina “inestabilidad limitada”. Nos encontramos ante perturbaciones e información endógenas que emanan del propio sistema, tal como sostiene la teoría del caos. Se trata de un mercado bursátil que, aunque alejado del equilibrio interno, puede estar en equilibrio o próximo al equilibrio con su entorno económico global. Ello demanda gestiones capaces de rentabilizar esa inestabilidad limitada. En el ámbito de la economía global todo es endógeno. En esta nueva realidad se requerirán nuevos métodos de análisis que contemplen los nuevos aspectos globales en todos sus ámbitos.

IV. 3. Globalización ¿Caos Cultural?

El eje, entre naturaleza y cultura y su preservación es fundamental para nuestra sobrevivencia. Es en esta diversidad que se encuentra la riqueza de nuestra humanidad. Si nos remontamos a la época de las Cruzadas y las posteriores expediciones portuguesas, españolas y europeas al final del siglo XV, que permitieron el descubrimiento de América y los procesos de evangelización que le siguieron, se podría decir que la globalización económica y cultural actual forma parte de un proceso histórico de dominación económica y de la expansión planetaria del capitalismo. Esta época se consolida después de la caída del Muro de Berlín en 1989 y con la desaparición de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1991. Estos hechos simbólicos marcan el fin de un mundo bipolar y el inicio de la imposición del modelo económico capitalista en el ámbito mundial. Este proceso liderado principalmente por las grandes empresas multinacionales, implica la imposición de una “estandarización cultural”.


V. UN MUNDO DE TURBULENCIAS

V. 1. El Desorden Mundial

El problema más antiguo de la Humanidad es sin lugar a dudas la conflictividad, la que junto a las consecuencias medioambientales del progreso industrial, ocupan parte importante del debatir del siglo que recién comienza. Desde los comienzos de la historia del hombre, éste ha intentado solucionar los conflictos, sin embargo algunos de ellos aún no han sido solucionados e incluso han llegado a ser aceptados como una desgracia, un problema propio de la condición humana, que solo se puede llegar a regular o reprimir de alguna manera.

Esta complicada situación mundial general, con conflictos territoriales, religiosos, raciales, económicos, ideológicos, tecnológicos, ecológicos, nucleares, biológicos, etc., son los que nos proveen principalmente de incertidumbre, confusión, sensación de pánico, de que hay un planteo implacable de preguntas sin respuestas. Esto genera en los humanos una sensación de desesperanza, de vacío, de inseguridad, de haber perdido el rumbo ya que el objetivo de vida que teníamos hace un tiempo se ha desplazado, se ha fragmentado. Esta sintomatología no es otra cosa que la punta de un gran iceberg. Es el comienzo de un fuerte cambio. No hay cambios trascendentales sin un caos previo, por eso es importante tomar estas situaciones caóticas como el principio de algo muy importante. Caos involucra momentos de gran perturbación, de desorganización que a su vez generará una nueva organización aunque pasen décadas antes de alcanzarla. Para detectar que se está transitando por un camino caótico, hay que estar en presencia de las características que permiten denominar a un sistema determinado como un sistema caótico, las cuales se pueden enumerar en:

1. Confusión

2. Inseguridad

3. Sensibilidad a las condiciones esenciales impredecibles

4. En apariencia mucho desorden

Este sistema mundial actual dirigido principalmente al poder, generando corrupción por la misma voracidad por el poder, al consumismo, a que los países desarrollados pretenden dominar a los que económicamente tienen menos, sin importarles la humanidad en su conjunto, sea tal vez que va llegando a su fin, ya que el caos está presente en todo el mundo como si necesitara concluir una etapa para dar lugar a una nueva, tal vez menos material y más humana o más espiritual o más justa, o menos voraz o menos implacable, menos numérica, menos fundamentalista.

El caos en sí mismo guarda también una armonía y genera creatividad, ya que para poder subsistir en él nos veremos obligados a abandonar nuestra zona de comodidad para transitar por otros caminos, donde seguramente descubriremos nuevas posibilidades y oportunidades que jamás se nos hubieran ocurrido antes. Es como que existe la necesidad de dar a luz a un nuevo sistema que puede ser aleatorio en el corto plazo pero determinista en el largo plazo.

VI.- LA COMPLEJIDAD EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES

VI. 1. Concentración del Poder, peligro de la Paz Mundial

Antes, durante y después de la Primera Guerra Mundial el mundo estaba dividido entre varias potencias, preferentemente europeas. Entre 1945 y 1989-91 el globo se dividió en dos campos: el “libre” y el “socialista”. La primera guerra contra Irak, en 1991, marca el inicio de la unipolaridad. Desde entonces, Estados Unidos, se vio tentado por cuestiones de seguridad intentó, sin mucho éxito hasta ahora, controlar el armamento del mundo por lo que se ha venido transformando en el policía global liderando las intervenciones en Irak, Somalia, Yugoslavia o Afganistán. Ahora, todos los habitantes de este planeta, vivimos en un contexto de una peligrosa e incierta “Unipolaridad” con rasgos de “Unimultipolaridad”, todos convulsionados por los movimientos de un gigante que últimamente ha dado señales de torpeza. Y si relacionamos este fenómeno con el efecto mariposa, nos daríamos cuenta que casi absolutamente todo lo que está sucediendo en la arena mundial, tiene que ver con estos movimientos.

VI. 2. Las Relaciones Internacionales en un Sistema Dinámico

La actual estratificación mundial del poder y sus tendencias, muestra novedades, desde el momento en que las relaciones ya no son exclusivamente de Estado a Estado y de gobierno a gobierno, sino que intervienen crecientemente actores transnacionales, con un alto grado de incidencia en la generación de reglas y orden.

A menudo vivimos en los sistemas llamados ciclo límite, donde gran parte de la energía interna del sistema está dedicada a resistirse al cambio, perpetuando mecánicamente modelos de conducta, con lo cual se aíslan del flujo del mundo exterior. En esos sistemas todos deben ceder de su individualidad sometiéndose al automatismo. Desde los años setenta se viene caracterizando al sistema mundial de crecientemente interdependiente especialmente por la cantidad de Estados nuevos y por los actores transnacionales. Sin embargo, tal interdependencia, que pudo haber crecido por las áreas temáticas que abarca, no se da en la medida planteada. En última instancia, no se observa que haya una interdependencia de alta vulnerabilidad y sensibilidad entre los Estados, como para modificar el grado de concentración de poder económico que ciertos Estados tienen por sobre el resto. En tanto, el grado de desarrollo tecnológico alcanzado por las empresas multinacionales, no las hace dependientes en forma sensible de los recursos naturales de los países de la periferia.

Así el nuevo panorama mundial se caracteriza por grandes márgenes de incertidumbre, y contrasta radicalmente con la gran predictibilidad de la conducta de los diferentes Estados que prevaleció durante la Guerra Fría. En el nuevo orden internacional, encontramos un denominador común que forma parte de los intereses de la mayoría de los Estados, este es el fenómeno de la inserción en la economía mundial, es decir el factor económico, el cual privilegia de manera significativa y otorga prioridad razonada a la Diplomacia Económica, por sobre la tradicional Diplomacia Política. El éxito mensurable de la Gestión Diplomática está íntimamente relacionada, en estos tiempos, con su capacidad de ser puente para el desarrollo de la gestión económica y comercial entre los países involucrados.


VII. PANORAMA GENERAL

El panorama general entonces es absolutamente dinámico e inestable. Múltiples fuerzas en diferentes direcciones, algunas convergentes, otras divergentes, otras transversales, están operando a la vez en esta coyuntura, el sistema se encuentra en un estado turbulento y caótico. Los resultados finales no son predecibles por el estudio del sistema en este momento, que no presenta ni sus variables, ni sus interrelaciones, ni sus interacciones, de una forma evaluable a la manera tradicional. Como establece la Teoría del Caos, nuestra estimación solo podrá realizarse a partir de definir las atractrices que indican los puntos límites entre los cuales discurrirán los procesos del sistema.

Los atractores extraños: ¿Y cuáles son esos atractores, esos límites entre los cuales se moverá el sistema? No es sencillo determinarlos, pero parece razonable establecer que en un extremo de los escenarios posibles, sigue encontrándose la eventualidad del final del sistema socio-político establecido a nivel global, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial. Y esto puede incluir el colapso general de los países centrales y no digamos el ascenso, sino la mejor supervivencia de ciertos sectores de su periferia. Este panorama puede darse dentro de diferentes tonos, que van desde una crisis más allá de lo político y que alcance las propias estructuras básicas de la Civilización Occidental, hasta la mera reducción del poder concreto de los estados centrales, manteniendo su existencia a un nivel mucho más discreto que el actual y generando un nuevo reordenamiento geopolítico del mundo o unimultipolaridad.

El otro extremo de los escenarios, es el establecimiento de una especie de dictadura global impuesta por las armas, para mantener no sólo su poder sino la capacidad de utilización de las materias primas de la periferia y el control de la economía global a través de la fuerza. Este panorama sombrío puede incluir, tal como lo prevé el comandante Fidel Castro, un escenario de uso de armas atómicas, aunque en lo personal hace mucho tiempo que creemos que cuando se llega a las armas nucleares aparece en juego una nueva variable de carácter biológico (supervivencia de la especie) que de alguna manera controla su posible utilización, un ejemplo claro, sería la Crisis de los Misiles en Cuba, 1962.

CONCLUSIONES

Las posibilidades de utilización de la teoría del caos, con su fundamento fractal, están por explorarse. Por el momento, para muchos el caos aparece como un concepto de moda. Sin embargo, parece ser que ofrece perspectivas y horizontes sugerentes, emocionantes y vastos para explorar aspectos que en ocasiones los científicos sociales suelen pasar por alto. Así por ejemplo el complejo mundo de los sentimientos, las emociones y las pasiones no es considerado relevante para la investigación social. Y sin embargo, desde la perspectiva del caos, estos elementos impredecibles, inciertos y supuestamente insignificantes de nuestra vida cotidiana, pueden tener efectos sorprendentes en las estructuras y el movimiento que rigen el orden social. Este orden en el que el caos se encuentra siempre presente, agazapado y al acecho, generando turbulencias económicas y políticas, puede ser alterado a partir de la configuración de sentimientos, pasiones y emociones que cristalizan en organizaciones y movimientos que generan cambios y alteraciones profundas en las sociedades. Para el caso de los individuos, el amor puede ser considerado un poderoso atractor extraño que nos introduce en los laberintos caóticos del alma, desordenándonos la vida de manera creativa e imaginativa. Aquí el caos muestra sus potencialidades positivas.

Como vemos la situación, en cualquiera de los casos, no sólo está indicando que vienen cambios profundos en el panorama internacional, sino que desde el buen sentido no parece presentar en ningún caso un futuro a corto o mediano plazo demasiado brillante para la humanidad. Cada una de las alternativas tiene su carga (en mayor o menor grado) de sombras. Y lo más difícil para aquellos que intentamos dilucidar los escenarios internacionales, es que en las condiciones caóticas donde funciona el Efecto Mariposa, es muy difícil precisar cuáles serán aquellos eventos que modificarán el panorama general y en qué dirección e intensidad lo harán. El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa, Sofía Chotek, en Sarajevo el 28 de junio de 1914, desató la Primera Guerra Mundial o el ataque que realizara Colombia a un campamento guerrillero en territorio ecuatoriano, que provocó una marea política, que no sólo no ha amenguado, sino cuyas consecuencias siguen generando situaciones de cada vez mayor gravedad.

La locura y la pasión por el dinero podrían ser abordados como atractores extraños, generadores de caos y de procesos turbulentos a nivel individual, social y mundial. Y quizás el atractor extraño por excelencia en los seres humanos sea la muerte, sumergiéndonos en un proceso en el que nuestro ordenamiento corporal se altera profundamente introduciéndonos en un hoyo negro del que sin embargo, al mismo tiempo que confirmamos que nuestra existencia es un proceso disipativo; constatamos también que a lo largo del mismo se crea y genera vida como expresión de la capacidad permanente de producción de creatividad e imaginación de los seres humanos. Aquí caos y orden conviven plenamente.

La perspectiva que se abre para explorar ampliamente en las ciencias sociales, a partir del caos conceptual en el que se encuentran actualmente, puede conducirnos hacia nuevas puertas de acceso al conocimiento de procesos y fenómenos insospechados e impredecibles, como en el caso de situaciones como las turbulencias y las crisis políticas, la transición posterior no necesariamente sigue un solo camino, lineal y determinístico, sino que, por el contrario, las posibilidades son muchas, las opciones múltiples en tanto que los factores que están presentes conforman una realidad compleja, en donde la cultura, vista desde una perspectiva fractal, adquiere una relevancia fundamental, en tanto generadora y reproductora de estructuras autosimilares que reproducen el ejercicio del poder a todos los niveles de la sociedad.

Solo nos resta seguir intentando visiones sucesivas de los acontecimientos y encomendarnos a lo que depare el destino que estamos construyendo. En fin, parece ser que el caos no es tan caótico. Tiene cierta regularidad y orden. Y en esta consideración, “conceptualmente los fractales son un instrumento muy bello y poderoso que nos hace comprender que en el universo es el caos, y no las leyes deterministas e inmutables, la ley fundamental”.



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